Sheremetyevo, el peor aeropuerto de Europa (Moscú)

Hoy me gustaría dedicar unas líneas al peor aeropuerto que he pisado en mi vida, Sheremetyevo, un nombre ruso que se quedó grabado a fuego en mi memoria. Cuando uno compra los billetes de avión más económicos sabe a lo que se arriesga, pero entrar en Rusia por la peor de sus puertas supuso un dolor de cabeza de varias horas.



Nada más aterrizar, lo lógico sería que los pasajeros fuesen informados de que tienen que rellenar un pequeño formulario (impreso solamente en ruso...), pero en Sheremetyevo eso no funcionaba así, allí si decían algo no entendíamos nada, porque era en ruso. Al bajar del avión pronto quedaron claras un par de cosas: que estábamos en un aeropuerto poco agradable al viajero internacional, y que la falta de organización nos iba a tener allí esperando horas.

Coincidimos en el control de visados con un gran número de viajeros chinos (que al parecer llevaban guía y sabían lo que tenían que hacer). En aquella sala no existía el concepto de esperar en filas, era el sálvese quien pueda. El lío estaba montado, y nos encontrábamos amontonados delante de las cabinas intentando abrirnos paso a empujones. 

Después de una hora en medio de esa maraña de gente, alcanzamos el mostrador, enseñamos nuestros pasaportes pero al funcionario ruso le faltaba algo. Nos hablaba en su idioma con la esperanza de que le entendiésemos, mientras nosotros intentábamos explicarle al buen señor que no entendíamos nada de lo que él decía. Por suerte, una mujer de EEUU que sabía chapurrear algo de ruso nos ayudó, y nos dijo que había que conseguir un papel para rellenar con tus datos. Saber que ese papel estaba al fondo de la sala fue un jarrazo de agua fría. Le dimos las gracias a la señora, para seguidamente buscar "el papel". Cuando lo encontramos no dábamos crédito a lo que veíamos: el susodicho papel estaba en una mesita situada en una esquina de la enorme sala, no había carteles ni nada, simplemente habían dejado los papeles allí y "arréglese usted como pueda".

Ya con el papel en mano, volvimos a internarnos en la masa caótica de gente y finalmente conseguimos pasar por el control. Habían sido otras dos horas de trámite y lo peor era que no sabíamos nada de nuestro equipaje. Por suerte (sí, hubo algo de fortuna en todo esto), la gente había sido muy honrada y nadie se había llevado nuestras maletas. Estaban allí, al final de la cinta, la sensación de alivio era descomunal.

En la salida del aeropuerto nos encontramos, por fin, con unos amigos rusos con los que habíamos contactado en busca de ayuda. Solo puedo decir maravillas de esta gente, pues nos esperaron durante horas y aún así allí estaban con una sonrisa. Nos explicaron que la única forma de salir de allí a aquellas horas era en taxi ilegal, así que se pusieron a negociar con uno. No tengo ni idea de que habría sucedido sin ellos, puesto que el taxista solo sabía ruso y seguramente hubiese sido una odisea explicarle a donde queríamos ir.

Como punto final, debo decir que actualmente han invertido en mejoras en sus infraestructuras,y existen más formas de moverse entre el aeropuerto y la ciudad. A parte de buses que van a las estaciones de metro periféricas, existe una línea ferroviaria que se perfila como la mejor opción para el viajero. Este tipo de línea solo existía en un principio entre la ciudad y el moderno aeropuerto de Domodedovo, es muy cómoda y probablemente sea la opción más rápida y segura.

Si estáis pensando en viajar a Rusia os recomiendo elegir un vuelo que vaya a Domodedovo, es un aeropuerto muy bueno, agradable, adaptado a los extranjeros y sobre todo bien comunicado con el centro.


Si tenéis alguna duda sobre el tema no dudéis en comentar este post.

P.D. : Este post lo escribí para otro blog que tenía sobre viajes, ahora he decidido centralizar todas mis publicaciones aquí, un saludo!

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