La televisión, ¿Un invento sin futuro?







Hoy en día es muy habitual escuchar opiniones de gente tanto en contra como a favor de la televisión. Pese a todo lo negativo que conlleva este invento, lo cierto es que ha sabido devorar una buena cantidad de horas de las vidas de muchísimas personas, convirtiéndose en un éxito a base de vender basura (la programación española, sobre todo pública, es bastante lamentable). No obstante, la crítica a la televisión no es nada nuevo, sino algo a lo que ha tenido que hacer frente desde sus comienzos.


John Logie Baird fue ingeniero, físico y uno de los pioneros e inventores de la televisión tal y como la conocemos, como medio de comunicación para las masas. Escocés nacido en 1888, una de las primeras negativas que afrontó fue en las oficinas del Daily Express, donde se había personado con la intención de hacer una demostración de su sistema de televisión. El editor del diario mandó a un subordinado a echarlo de allí diciendo:


¡Por el amor de Dios! Ve a la recepción y deshazte de un lunático que está allí. Dice que tiene una máquina para ver por radio. Vigílale, puede que lleve una navaja.
Era mediados de los años 20 del siglo pasado y poco después, aunque algunos hombres ya creían que aquella máquina era capaz de funcionar, no le veían utilidad comercial. Era el caso Lee Dee Forest, un gran inventor que dijo sobre la televisión.
Es un invento en el que no debemos malgastar mucho tiempo soñando.
Ya en 1936 el editor del Radio Times aseguraba que
La televisión no tendrá ninguna importancia en el transcurso de sus vidas o de la mía.
Y aún diez años más tarde, en 1946, el productor de cine Darryl F. Zanuck, que cuenta en su curriculum con películas como ¡Qué verde era mi valle!, Eva al desnudoo El día más largo, entre otras muchas, aseguró:
La gente pronto se cansará de contemplar cada noche una caja de madera contrachapada.
Pero aquí sigue, décadas después de estas opiniones, haciendo que la gente se enganche a una caja, la misma caja a la que algunos no le veían futuro.



Fuente: Curistoria

Comentarios

  1. Lo malo no es la televisión sino como se usa y los contenidos que aparecen. Es vergonzoso que se hable horas de la Pantoja (por ejemplo) y no sepamos los nombres de los ministros que nos gobiernan. Y el uso que se hace para adoctrinar es inmoral.

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