Este día en la historia | 31 de julio

Batalla de Alejandría:

El 31 de julio del año 30 a.C. se enfrentan las fuerzas de Octavio contra las de Marco Antonio, en uno de los episodios finales de la última guerra de la República romana. Marco Antonio se las arregló para conseguir una victoria pírrica en el primer asalto, pero las numerosas deserciones en su ejército le costaron su derrota final. Derrotado y ya sin sus hombres, Marco Antonio se suicidó, muriendo en los brazos de su amante Cleopatra. La faraona le seguiría nueve días más tarde, concluyendo así la conquista de Egipto y la guerra civil en Roma. Tras estos acontecimientos, Octavio transformaría a la moribunda República en el Imperio Romano.

La expulsión de los judíos de Castilla y Aragón:

El 31 de julio de 1942 se estableció como límite para que los judíos abandonasen las dos coronas o se convirtiesen al catolicismo, aunque más tarde se extendió hasta el 10 de agosto por razones logísticas. La mayoría optaron por emigrar antes que convertirse, pues los “cristianos nuevos” tampoco estaban bien vistos dentro de una sociedad cada vez más intolerante. Muchos se marcharon a Portugal, aunque poco más tarde también serían perseguidos allí. Grandes grupos se dispersaron por el norte de África y otros fueron acogidos por el Imperio Otomano, llegando a Oriente Medio e incluso al sur de la India.

La última ejecución por herejía en España:

El 31 de julio de 1826 fue ahorcado el maestro Cayetano Antonio Ripoll en la ciudad de Valencia. Se le acusaba de no creer en los dogmas católicos, siendo sentenciado a muerte por la Junta de Fe de la diócesis de Valencia. El proceso fue todo un despropósito, y la sentencia se ejecutó sin autorización del rey. Tras ser ahorcado, su cadáver fue metido en una cuba de madera, pintada con unas llamas. La cuba fue llevada al río y el cuerpo enterrado en un lugar fuera del cementerio destinado a herejes. Este proceso causó gran escándalo por toda Europa, aunque en España quedó casi oculto debido a la censura.